Creo que fué en el año 2009 cuando María me preguntó si me gustaría cantar en La Gin Family Tonic, por su puesto yo le dije que sí, era un grupo que me encantaba y últimamente no estaba haciendo nada musicalmente hablando. Asi que empecé los ensayos con el grupo; al mismo tiempo que yo empezó también un saxofonista llamado Diego, era un chico menudo, rubito, con ojos azules y con una expresión siempre sonriente.
Al principio no nos relacionamos demasiado, yo estaba todavía un poco cohibida y muy pendiente de aprenderme las canciones y sacar voces para hacer los coros, además yo creo que Diego era una persona de esas que no les gusta llamar demasiado la atención, así que teníamos una relación cordial pero algo impersonal a mí parecer.
Los primeros años los ensayos de los coros y el saxofón se limitaban a darle caña un mes antes de la actuación de Navidad y después tardábamos en vernos un montón de meses porque hacíamos ensayos muy esporádicos; pero hará dos años ya que estabamos yendo todos los Lunes y por lo tanto empezamos a tener mucha más relación y complicidad, sobre todo en este último año y a raiz de algunos cambios en la formación del grupo. Ahora Diego también cantaba, tocaba el saxo y hacía coros con nosotras y por cierto lo hacía genial.
Nos agregamos en las redes sociales y conocí algunas cosas que teníamos en común, como el mismo destino de vacaciones en Asturias, también le gustaban los gatos y sobre todo que se tronchaba de risa con mis tonterías. Tengo que decir que soy bastante payasa y no todo el mundo se rie con las bobadas que digo, pero Diego me las pillaba al vuelo, algunas veces antes de que las terminara de decir.
Por todas estas cosas Diego se fue convirtiendo en alguien importante en mi vida junto con todos los demás compañeros del grupo, creo que nos hemos convertido de verdad en una pequeña Family y yo les tengo a todos muchísimo cariño, como si fueran de la mía propia.
El pasado 14 de Diciembre ha sido uno de los días más tristes de mi vida, por la mañana recibo la llamada de Quique y me dice algo que jamás habría querido escuchar y que me costó muchísimo asimilar, nuestro querido Diego había sufrido un aneurisma y había fallecido. No me lo podía creer, solo dos días antes habíamos estado juntos en el local de ensayo riéndonos como tantos otros días y ahora....
Es una sensación extraña, el cerebro no puede entender algo tan repentino y tan doloroso...
Al día siguiente en el tanatorio pude cruzar unas pocas palabras con su mujer, Alicia, estaba desolada, no me extraña, pensar que ya nunca más volverás a estar junto al amor de tu vida.... pero tengo que decir que al ver allí a tanta gente que le quería y todo el amor que él habia repartido entre todos los suyos y que todo el mundo sentía por él, yo noté que Diego estaba allí con todos nosotros, y sobre todo al lado de Alicia, y se que siempre lo estará, porque el amor es algo intangible que permanece alrededor de tus seres queridos eternamente.
Ahora nuestra "family", La Gin Family Tonic, se ha quedado huérfana pero con la satisfación de haber compartido muy buenos momentos con un "gran hombre".
Un abrazo enorme Diego, no digo allá donde estés, porque se que estás aquí con todos nosotros y se que también puedes sentir todo nuestro cariño.
HASTA SIEMPRE AMIGO!!
